La trabajadora de una farmacia será indemnizada con 4.000 euros tras un acto de conciliación en el que el despido se declaró improcedente.
odo comenzó cuando los dueños de la farmacia se fueron de viaje a una estación de esquí. Al regresar, a primeros del mes de enero empezaron a notar síntomas pero pensaron que se trataba de un simple resfriado. Días más tarde dieron positivo en Covid alcanzando el virus a las cuatro empleadas del establecimiento. Una de ellas tuvo que cogerse la baja y nada más volver se encontró con la carta de despido.
Ahora, ese despido ha sido reconocido como improcedente en un acto de conciliacion de tal forma que el empresario tendrá que ingresar casi 4.000 euros a la denunciante. Después de la negociación, en ese mismo acto, el propietario también le aportó una carta de recomendación en la que le reconoce su valía para el puesto de trabajo.